“Desde niño fui un curioso por descubrir las formas en que se hacían o funcionaban los objetos. Me atraía la religión y me impulsaba la necesidad de pertenecer a grupos juveniles parroquiales.
En mi adolescencia ingresé al Seminario Diocesano “San Carlos Borromeo”, perteneciente a la diócesis de Rosario, donde cursé el secundario, formación en la que desarrollé mi capacidad de liderazgo desde el punto de vista humano. En este proceso, aprendí especialmente a conocer las necesidades espirituales y el respeto por cada una de las religiones.
Al dejar el seminario para comenzar mi formación universitaria sentí una fuerte atracción por la psicología y la filosofía, al punto de que en el año 1992 me recibí como “Profesor de Enseñanza Media y Superior de Psicología y Filosofía”.
Consecutivamente, en el año 1993 me diplomé como Psicólogo. Ambas carreras las desarrollé íntegramente en la Universidad Nacional de Rosario.
En 1995 comencé mi práctica profesional en un sanatorio, en el sector de internación, experiencia que me permitió comprender el dolor, cómo contener al paciente en la agonía de la enfermedad, cómo acompañar a las personas en el “buen morir” y a desarrollar la capacidad de trabajo interdisciplinario.
En 2016, finalmente, conocí a Eric Barone, quien me formó en “Terapia Akáshica”, y desde ese momento trabajamos juntos en la construcción de un proceso terapéutico que es revolucionario, ya que fusiona la ciencia esotérica y los parámetros científicos empíricos”.